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Suelten las amarras! y desplieguen las velas! A navegar el abismo

Millones de lágrimas censadas 27-10-10

Quisiera que me recuerden sin llorar ni lamentarme, 
quisiera que me recuerden por haber hecho caminos,
por haber marcado un rumbo, porque emocioné su alma 
porque se sintieron queridos, protegidos y ayudados,
porque interpreté sus ansias porque canalicé su amor.
Quisiera que me recuerden junto a la risa de los felices,
la seguridad de los justos, el sufrimiento de los humildes.
Quisiera que me recuerden con piedad por mis errores,
con comprensión por mis debilidades, con cariño por mis virtudes.
Si no es así, prefiero el olvido,
que será el más duro castigo por no cumplir mi deber de hombre.


"Me sumé a las luchas políticas creyendo en valores y convicciones a las que no pienso dejar en la puerta de entrada de la Casa Rosada"


"Soñé toda mi vida que éste, 
nuestro país, se podía cambiar para bien. Llegamos sin rencores, pero con memoria. 
Memoria no sólo de los errores y horrores del otro, sino también es memoria sobre nuestras 
propias equivocaciones"





No soy peronista, o capaz que sí. Kirchnerista un poco, pero no tanto.
El tema está en que podés estar en contra, podés odiarlos, podés no querer 4 años más de ésto, pero no podés negar todo lo que hace ya un año se sintió. Murió un ex-presidente, un dirigente político, una guía.
No es tan sencillo. Quienes tuvieron la necesidad, el coraje, y la tristeza de ir a Plaza de Mayo aquella vez, podrá explicar eso que tanto dicen, y tan poco se entiende.
Las lágrimas brotaban, contenidas, exhaustas, necesitadas. Tal como cuando se muere un querido cercano, al lado tenías alguien que sentía lo mismo que vos. Abrazos y congoja, besos, y miradas que no daban explicaciones, pero que hablaban claro. Todos con el mismo sentimiento: una mezcla imposible de felicidad por ser comprendido, por estar acompañado de un país entero que siente lo mismo, por la esperanza de ver tanta gente y tristeza por la ausencia de un nuevo ícono en la historia de nuestro país, y sobre todo de una guía fiel, un ideal de persona.
Entonces él comenzó a brotar. No se había ido. Nos estaba demostrando que jamás se iría, que ahí estábamos para no olvidar nada. No olvidar nunca más.
Éramos más hermanos que nunca. Sabíamos que había que pelear, que iba a ser duro. Miles esperaron ése día para lanzarse nuevamente hacia una Argentina vulnerable y desprotegida. Ahí nacimos entonces nuevamente, para gritar bien fuerte que no nos iban a pasar por arriba. Fuerza presidenta! No era tanto por la persona en sí, era por todo lo que ella representaba. Fuerza Argentina!
La panza se revolucionaba escuchando el himno nacional. Nunca creí escucharlo con tanta fuerza, con tantas ganas, con esperanza.
Él no se fue, ni se irá nunca. No lo olviden.



"Vengo, en cambio, a proponerles un sueño: 
reconstruir nuestra propia identidad como pueblo y como Nación; vengo a proponerles un 
sueño que es la construcción de la verdad y la Justicia; vengo a proponerles un sueño que es 
el de volver a tener una Argentina con todos y para todos"

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