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Suelten las amarras! y desplieguen las velas! A navegar el abismo

Anécdota

El otro día tuve que salir de mi casa a la terrible hora de las 6 de la tarde. Salí esperando encontrarme con la noche cayendo sobre mí, fría, húmeda y terrible.
Sorprendentemente, el sol todavía la peleaba contra la humedad, y entre las nubes espesas había todavía un restito del día.
Bonjour soleil! Te extrañabamos

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